Primero mataremos las cartas, luego tomaremos la cocina
Unámonos y pidamos más baños públicos en las ciudades. Metaleros de Botswana. Metabolismo y apetito son hechos biológicos, no elecciones morales
Vamos con lo más leído de la última edición: Madrid llenándose de estadounidenses; folk de cámara japonés; propuesta de reforma de las pensiones en España.
“Lo dije y lo mantengo, a mitad del siglo XXI no habrá cocinas”
Son las declaraciones de Juan Roig, director general de Mercadona. Las recoge Miguel Ayuso en DAP, destacando la apuesta redoblada de la empresa de supermercados por su “listo para comer”: esa línea ya habría empezado a ser rentable.
Entre las reacciones he leído de todo. Pragmático Javier Pastor que lo observa desde el punto de vista puramente económico, “cocinar tiene un ROI muy bajo”; Muñoz Molina se nos pone moralista en El País, planteando el cocinar como una suerte de resistencia a los millonarios.
Los lectores de Causas y Azares recordarán que por aquí ha aparecido el tema. Por ejemplo con este tema de Esther Miguel Trula en Magnet, “Casas sin cocina: hacia un futuro donde nadie cocine porque será más barato comprar la cena”. Explica que la arquitecta barcelonesa Anna Puigjaner, con su proyecto "Kitchenless", investiga modelos de convivencia donde las cocinas son compartidas o inexistentes, recordando que en el siglo XIX no se consideraba higiénico tener la cocina dentro de la vivienda y era común contar con cocineros comunales.
Quizás porque uno es un poco historicista, me detuve mucho en ese último apunte. Nos revolvemos contra la predicción de un cambio que iría contra lo que se ha hecho “siempre”, contra el sentido común. Lo que “se ha hecho toda la vida” suele identificarse con cómo era el mundo cuando lo descubrimos, hijo de la coyuntura económica y ecológica del momento.
Javier Jiménez en Xataka apuntaba a que en el futuro la cocina será recreativa, no alimenticia. Guillermo Garabito, en El Español, está en contra de los pisos pequeños y de que quiten la cocina. Me resulta como estar en contra de que las familias sean más pequeñas y tengamos menos tiempo (e interés) en cocinar.
El servicio postal público de Dinamarca dejará de entregar cartas a partir de 2026. Lo cuenta Luis Carlos Pinzón en El País. Supongo que dará para unos cuantos artículos llorando por el tema, explicando la superioridad moral, estética y humanística de escribir a mano.
Sobre lo que está pasando en la industria alimentaria. Lucas Shaw y Aisha Counts en Bloomberg en español ofrecen un análisis detallado sobre MrBeast. Su negocio de comida generó ventas de 250 millones de dólares el año pasado con ganancias de 20 millones, mientras que los vídeos generaron los mismos ingresos, pero registraron pérdidas de 80 millones.
Estupenda historia: Ana Galindo, viuda de Alfred Gradus (conocido como Alfredo), cuenta los orígenes de este restaurante que en 1981 trajo a la capital el auténtico estilo americano. Sentimentalmente, mi hamburguesería preferida de Madrid. Iñaki Domínguez en El Mundo.
Unámonos y pidamos más baños públicos en las ciudades.
Los antiguos baños públicos de Londres se están transformando en bares y cafeterías. Por ejemplo, unos aseos subterráneos de la época victoriana en Bermondsey son ahora un «bar de cócteles con temática clandestina». Para el ayuntamiento, muy endeudado, reconvertir estos espacios, a menudo majestuosos, “aporta ingresos muy necesarios y devuelve la vida a edificios antiguos”. No todo el mundo está satisfecho: algunos activistas exigen que los ayuntamientos pongan más baños públicos. Ben Parr en FT (en inglés).
Sobre la problemática de la ausencia de baños públicos en las ciudades: “¿Aguantaré hasta llegar a casa? Problemas con los baños públicos”, por Guido Corradi en The Conversation (en español); “Baños públicos: la pesadilla que debería ser un derecho”, por María G. San Narciso en Epe.
Pero el activismo puede acabar mal. El jurado declara culpable a Greenpeace en el juicio multimillonario que pone en jaque las protestas climáticas en EEUU. Da la razón a la compañía de oleoductos Energy Transfer que pedía 300 millones de dólares por unas protestas en 2016; la organización considera que se quiere “destrozar el derecho a la protesta pacífica” Reportaje de Rachel Leingang y Nina Lakhani traducido en El Diario.
Una crítica de cine que ofrece «alertas veganas» sobre crueldad animal va más allá de la violencia en pantalla. La leche y los huevos también son problemáticos. Annie Aguiar en NYT traducido en Infobae.
No me lo podía creer cuando lo leí. “Brasil abre una autovía en una zona protegida de la Amazonia para acoger a los invitados de la cumbre del clima de Belém”. Naiara Galarraga en El País.
Del archivo de 2023:
Ibai y el Ozempic nos ayudan a entender que el metabolismo y el apetito son hechos biológicos, no elecciones morales
“Ibai: deja ya la comida basura” El tema de Gema García en El Mundo concitó bastante atención pero (o gracias a que) tiene varios problemas: el uso del imperativo (como si la misión del medio fuera ordenarnos la vida), el ir a buscar el tuit más polémico sobre el asunto como si tuviese valor editorial más allá de generar enfados y polarizar, el uso del famoso en titular y foto. Un bait de manual.
El creador ha contestado a la pieza,
Y la propia Gema García vuelve sobre el tema en El Mundo defendiendo que sus apuntes del tipo “un chaval tan joven como él en una forma física tan lamentable”, en los que recoge la opinión de que Ibai va camino de convertirse en el símbolo de problemas de salud por “comer mierda” y el resto de su sermón entre condescendiente y pasivo-agresivo, son por salud pública.
Me crucé con Jia Tolentino en New Yorker, una pieza que plantea (en inglés) si la era Ozempic cambiará nuestra forma de pensar sobre la obesidad y la delgadez. Sobre el medicamento y la semaglutida hemos hablado varias veces en la lista, véase “La pastilla extremadamente efectiva para perder peso” o en esta de propósitos de año nuevo.
El punto es si lograremos desenredar la mezcla de influencia genética, fuerzas ambientales y comportamientos que conspiran para que cada vez más ganemos más peso. Si en algún momento llegaremos a reconocer el metabolismo y el apetito como hechos biológicos y no como elecciones morales.
Sí, tenemos crecientes tasas de diabetes de tipo 2 y de obesidad en todo el mundo, pero llamarles gordos y vagos faltos de voluntad es simplificar el problema de una manera un tanto psicópata. Gente metabólicamente menos predispuesta a engordar, con condiciones personales, familiares y sociales que le ayudan a mantener una dieta y ejercicio, con personalidades menos tendentes a canalizar estrés a través de la comida tienen muy fácil darnos lecciones.
Cajón de sastre
El pueblo de Rakops, en Botswana, fue sede del primer festival de metal "Vulture Thrust Metal Fest". Jamie Fullerton se unió a 200 metaleros de Botswana para vivir este evento, que representa, dice, una importante revitalización de la subcultura metalera local tras las restricciones por la pandemia de COVID-19. El festival, organizado por Tshomarelo "Vulture" Mosaka —líder de la banda de death metal Overthrust—, también busca cambiar la percepción negativa que algunos sectores conservadores tienen sobre los metaleros. En Adventure (en inglés).
Alesya Makarov sobre Pulp Fiction y su producción, en vídeo
50 años de consejos de viaje. Kevin Kelley (en inglés).
Daniel Arjona en El Mundo y el libro de Luisgé Martín sobre (y con) José Bretón.
Terminó la segunda temporada de Severance y yo recomiendo esta lectura: Lumon Group (los de los cristales, finlandeses con fábrica en Málaga) explican que son diferentes a Lumon Industries, los de la serie.
La Comisión Nacional de Salud de China quiere abrir «clínicas de control de peso» en todo el país. Jiang Xinyi en Sixth Tone (en inglés).
Clara González Freyre de Andrade tiene un hilo sobre "Mujer saliendo del psicoanalísta" de Remedio Varo.
Cómo George Foreman ganó cientos de millones de dólares... con las parrillas y no con el boxeo. Mark Dent en The Hustle (en inglés).
Un fichaje fallido, un criminal de guerra y una prostituta de Valladolid. Chiqui Esteban en su lista.
Civilizaciones perdidas, ‘rameras’ del espacio y agujeros negros antropocénicos. Pablo R. Suanzes en Maventrap.
Imágenes: Antonio Ortiz con Freepik Pikaso.
Lo de la genética y los hábitos es que suena a excusa, pero es cierto.
Me gusta ponerme de ejemplo, que voy como 4-6 veces a CrossFit desde hace años, y a) voy más lento progresando que la mayoría b) se me nota mucho menos.
Y como relativamente bien, no es que me pase el día comiendo bollos.
Es como si metiéramos a toda la sociedad a estudiar ingeniería de telecomunicaciones y, al ver como el 5% lo hace ok o muy bien y el 95% no deja(mos) de suspender y sufrir, empezamos a decir que es que "son todos unos vagos".
Eso no quita para que el esfuerzo cuente, y que todos podamos mejorar mucho, pero hay gente que con un poco de ejercicio y comiendo "normal" ya tiene el 80% hecho. Y otros que no tanto.
Chorradas de un millonario para que le hagan casito. Desde que se inventó el fuego la cocina ES el hogar, donde socializan los humanos. Sin cocina no hay sociedad posible.