El laboratorio frente nuestra naturaleza y tradición de especie omnívora “diseñada” para que amemos la carne
También: conservadores occidentales ante el Islam y la innovación tecnológica; el inexorable declive en poder, influencia y riqueza de Europa; Es la causa económica, como casi siempre
Comencemos con una buena tradición, lo más leído de la semana pasada: el derbi financiero Madrid-Barca, Meritxel y el fármaco que le dió 15 años de vida extra, el mito y la realidad de la crisis de los 40.
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El laboratorio frente nuestra naturaleza y tradición de especie omnívora “diseñada” para que amemos la carne
Estados Unidos abre una nueva era al otorgar la autorización “definitiva” a la venta de carne cultivada en laboratorio. Explica Miguel Jiménez en El País que un restaurante de José Andrés será el primero en servir el pollo artificial de una de las dos compañías que han recibido el permiso. La noticia nos suena (ya “la dimos” hace un año) y empieza a dibujar un puzle regulatorio: Singapur fue el pionero, ahora llega Estados Unidos y también Israel, Suiza y el Reino Unido lo estudian mientras “la Unión Europea, donde se inventó la carne cultivada, amenaza con quedarse atrás” (Italia la prohibió expresamente).
El empuje que se va a dar a esta “carne de laboratorio” es hija de varias tendencias. Por un lado el diagnóstico de que “el impacto ambiental de la carne es innegable”, referido, en principio, a la ganadería actual. Sandra Carbó y Bob T. Rosier en The Conversation recopilan estudios con varios frentes en disputa: desde los gases de efecto invernadero hasta los aspectos nutricionales (en todos los artículos que leo de promotores críticos con el consumo de carne me da la sensación de que subestiman la cantidad de proteína al día recomendable).
También se va a ver beneficiada del aparente fracaso de la “falsa carne vegetal”. En un informe de Deloitte (en inglés) se refleja un estancamiento de ventas tras el boom inicial. Megan Hernbroth en Axios (en inglés) sobre los despidos y crisis de las empresas de referencia, Impossible Foods y Beyond Meat; Deena Shanker en Bloomberg (en inglés) profundiza en el tema. En España, Analía Plaza escribió en Epe sobre Heura y su pollo vegano importadode Holanda; para saber más la compañía y el proyecto tenemos una entrevista a su fundador Marc Coloma en el podcast de Itnig.
¿Por qué no está funcionando esta “carne vegetal”? La mayoría de artículos apunta a la inflación, a un mercado menor del estimado y que muchos consumidores estén mirando este ultraprocesado con ojos críticos cuestionando los supuestos beneficios: quien busca reducir carne por lo general tampoco quiere ultraprocesados. Yo sumaría que ese “mercado menor” es porque el producto dista de estar tan sabroso y rico como la carne.
Hay un desafío “técnico” en el desarrollo de esta "carne cultivada en laboratorio. Pablo G. Bejarano explica el proceso de “fabricación” en El País mientras Robert Yaman en AsteriskMag (en inglés) resume los retos a los que se enfrenta: los costes que dificultan que el precio final sea competitivo, la barrera de entrada financiera para montar una empresa que los produzca y también el mantenimiento de la esterilidad en el proceso cuando se alcance una escala. Joe Fassler en Bloomberg (en inglés) añade otro: dado que se utilizan células “precancerosas” (han sido modificadas para seguir dividiéndose indefinidamente) se teme la percepción del producto aunque sea imposible que las personas que las consuman desarrollen problema alguno porque precisamente esas células no son humanas.
En la parte de capital para desarrollarla no está faltando dinero inversor para estas compañías. Una de ellas es SciFi Foods, cuyo CEO Joshua March es entrevistado en Fast Company (en inglés) por Larissa Zimberoff (que además pruebas sus hamburguesas). Tenemos también esta gira de Michael Grunwald por empresas en la bahía de San Francisco de empresas generando comida en el laboratorio. Respecto al desafío del precio final, Enrique Pérez en Xataka apunta a que “La carne cultivada en laboratorio empieza a acercarse en precio a la tradicional: un filete de pollo ha pasado de costar más de 50 a 1,70 dólares”.
Los análisis y pronósticos se quedan a medio camino, en mi opinión. Sí que cubren el aspecto económico (la carne de laboratorio tiene que ser competitiva en precio) pero minusvaloran nuestra naturaleza y tradición de especie omnívora “diseñada” (por el relojero ciego de la evolución) para que amemos una carne de sabor, texturas y sensaciones muy determinadas.
Dos últimos apuntes, si se llega a que la carne de laboratorio capta una parte importante del mercado (sería de entrada escéptico tras los resultados de la carne falsa vegetal), habría que analizar las consecuencias para la ganadería, como hace José Antonio Mendizabal en The Conversation. Para entender bien el sector recomiendo la entrevista de Marcos Vázquez a Pablo Manzano.
Los conservadores occidentales ante el Islam y la innovación tecnológica
Rasha Al Aqeedi y Lydia Wilson en New Lines Magazine (en inglés) discuten la creciente alianza entre la extrema derecha occidental y los musulmanes conservadores. Según el artículo, figuras de la derecha populista (prefiero esta expresión), que anteriormente eran críticas con el Islam, están adoptando una actitud más admirativa hacia la religión, especialmente en lo que respecta a sus valores conservadores y estructuras patriarcales tradicionales. Quizás un tanto “cherry picking” (e incompleto porque hay un análisis también interesante en izquierda populista e Islam) pero interesante como forma de una pequeña detección temprana de una tendencia.
Jon Askonas en Mere Orthodoxy (en inglés) sobre cómo los conservadores deberían pensar la tecnología. Justifica que la tecnología interpela al conservador: los cambios tecnológicos alteran el equilibrio social, de modo que si estás satisfecho con las normas sociales actuales y la tecnología sigue mejorando, inevitablemente te preocupará ese efecto. El ensayo contiene algunas reflexiones sobre la cuestión de preservar frente a recrear tradiciones: algunas cosas que se consideran "tradicionales" son en realidad bastante nuevas (el ejemplo habitual de esto es la afirmación de que el pollo Tikka Masala se inventó en Gran Bretaña en la década de 1960). Es un tema que siempre me ha interesado, personalmente llevo años apegándome a la comunión con formas tradicionales en lo vital y lo cultural. Es algo que me parece difícil de resolver, ¿una tradición sobrevive por la intransigencia al cambio de sus militantes capaces por ese celo de mantenerse firmes o por su adaptación y flexibilidad al adaptarse a los cambios sociales? ¿no es la adaptación a los tiempos una dilución en los mismos?.
De interés en las llamadas “guerras culturales” de nuestro tiempo. James Surowiecki en The Atlantic (en inglés) sobre por qué el boicot a la verveza Bud Light en respuesta a la asociación de la marca con la influencer trans Dylan Mulvaney ha funcinado tan bien en Estados Unidos en comparación con otros intentos. Curiosamente, según el autor, una clave ha estado en que plataformas y redes han permitido una organización de abajo-arriba, resuelven el problema de coordinación en el grupo y la efectividad viral de muchas piezas (los vídeos de gente disparando a latas o tirando cajas de Bud Light) han transmitido que el fenómeno ya era masivo cuando todavía no lo era. Por un lado pariente de los procesos de cancelación propios de la izquierda, por otro profecía autocumplida.
El inexorable declive en poder, influencia y riqueza de Europa
Gideon Rachman en FT (en inglés), “Desde la tecnología a la energía, pasando por los mercados de capitales y las universidades, la UE no puede competir con EE.UU.” Estados Unidos es más rica, domina la tecnología, la moneda de reserva mundial y además es independiente en energía, siendo capaz de conseguirla muy barata. Donde parece que Europa sigue siendo “superior” es en lujo, fútbol y turismo. La conclusión del columnista es que “Sin una mayor sensación de amenaza, es posible que Europa nunca reúna la voluntad de invertir su inexorable declive en poder, influencia y riqueza”.
En Error500, al hilo de la ley de inteligencia artificial que prepara la Unión Europea, he reflejado el problema que tenemos competitivo en la industria tecnológica en la que solíamos sobresalir, la del automóvil:
Sobre ese tema, hay un interesante debate regulatorio. Alberto de la Torre en Xataka explica que en coche eléctrico “¿Cadena de suministro? China ha conseguido imponerse. ¿Baterías? China tiene la industria más potente. ¿Producción de vehículos eléctricos? Sus firmas producen y venden más que nunca” pero que las nuevas regulaciones europeas se lo pueden poner más difícil al país asiático para dominar nuestro mercado. Sobre ello, Irene Mendoza en Motorpasión explica que la nueva norma de baterías europea va a ser mucho más exigente con la huella de carbono y el reciclaje. Como con la Euro7, será más difícil que haya “coches baratos” pero también que China pueda competir con unas normas de fabricación más laxas.
Es la causa económica, como casi siempre
La crisis argentina ha provocado un inesperado auge de la vida nocturna. Los argentinos acuden en masa a restaurantes y bares para gastar mientras puedan. Anchoita, un popular restaurante de Buenos Aires, no tiene reservas disponibles hasta 2024. Los precios cambian con tanta rapidez -a menudo en un día- que muchos restaurantes utilizan menús digitales para poder ajustar rápidamente los precios. "Tenés pesos sobrantes que se van quemando todos los días por el paso de la inflación y tenés que hacer algo porque sabes que lo peor que podés hacer es no hacer nada", le ha dicho el economista Santiago Manoukian a Natalie Alcoba en su reportaje para NYT en español.
Creo que Miquel Roig tiene razón, en España el crecimiento económico que reflejan los datos no ha llegado a donde tiene que llegar. Si un problema ha tenido el gobierno en lo económico es de ejecución al distribuir realmente. Un ejemplo de política “progresista sobre el papel” pero inefectiva al redistribuir: al 40% más pobre de los ciudadanos los mayores impuestos de sucesiones disminuyen las posibilidades de mejorar sus niveles de renta. Lo explica Juan Luis Jiménez.
El ciclo económico español está estrechamente vinculado al europeo, de tal modo que solo una pequeña parte del crecimiento a lo que hacemos. El ciclo económico europeo explica el 90% del ciclo español. Manuel Hidalgo en Cinco Días.
Cajón de sastre
Una espectacular erupción del Volcán de Fuego en Guatemala, captada desde arriba con un drone por Josué Reyes
Sanidad y las comunidades aprueban retirar la obligatoriedad de las mascarillas en los centros de salud, farmacias y residencias. Queda pendiente del consejo de ministros. Sara Ríos en 20 Minutos.
Millie Judd es una chica que ha venido publicando en TikTok “un experimento social con su novio” consistente en ver si elige lo que se pone cada día basándose únicamente en el lugar del armario en el que ella deja un hueco. La respuesta es "sí" todas y cada una de las veces. Kate Lindsay en GQ (en inglés).
En el Reino Unido están quitando la fecha de caducidad a la leche y otros alimentos en una medida que tiene mucha chicha: se quiere reducir el desperdicio de alimentos mientras se sostiene que en algunos casos, las fechas de caducidad pueden ser utilizadas como una forma de proteccionismo para favorecer a las industrias locales. Alejandro Nieto en El Blog Salmón.
Victor Wembanyama elegido número uno en el draft de la NBA, recordemos que es un gran ejemplo de cómo triunfar según el criterio de “Amplitud” de David Epstein.
Los caballos duermen de pie, pero se tumban para soñar . Cameron Duke en Scientific American (en inglés).
Tenía 15 años cuando supo que era hijo de un donante de semen. Hoy, gracias a una asociación de personas como él, trata de buscar sus orígenes. España es uno de los pocos países donde el anonimato del donante está protegido por ley: el negocio de la reproducción asistida mueve 500 millones al año. Pablo Simón con Miquel Roura en Papel.