Quizás amigo ya estés un poco saturado de mensajes y discusiones sobre el coronavirus, pero no he podido evitarlo: si esta lista la pueblan obsesiones hay dos sobre la epidemia que me han conquistado esta semana. La primera es el fenómeno en sí, su lado científico, sus consecuencias sociales, personales y económicas; la otra es el debate alrededor de la comunicación, sobre si informamos y nos informamos “bien”, si hay alarmismo y por qué compramos un discurso u otro.
Perdón por el pesimismo para con el coronavirus
Perdón por el pesimismo para con el…
Perdón por el pesimismo para con el coronavirus
Quizás amigo ya estés un poco saturado de mensajes y discusiones sobre el coronavirus, pero no he podido evitarlo: si esta lista la pueblan obsesiones hay dos sobre la epidemia que me han conquistado esta semana. La primera es el fenómeno en sí, su lado científico, sus consecuencias sociales, personales y económicas; la otra es el debate alrededor de la comunicación, sobre si informamos y nos informamos “bien”, si hay alarmismo y por qué compramos un discurso u otro.