El artículo de The Atlantic asume que aburrirse es malo (puede serlo en el momento, pero luego es mejor que estar constantemente consumiendo contenido) y que los tiempos muertos en los que tenemos que esperar son inevitables, como si fuesen inherentes a la sociedad o a cada uno de nosotros.
El artículo de The Atlantic asume que aburrirse es malo (puede serlo en el momento, pero luego es mejor que estar constantemente consumiendo contenido) y que los tiempos muertos en los que tenemos que esperar son inevitables, como si fuesen inherentes a la sociedad o a cada uno de nosotros.
tienes razón, de hecho cada vez que uno de mis hijos se queja con "me aburro" le respondo "¡maravilloso!, aburrirse es importantísimo en la vida"