Probablemente el móvil y las plataformas sean un gran problema para los chavales
También: los Mad Men que nos excitan la dopamina; se delinque menos y la economía va mejor, pero creemos lo contrario; el mercado se adapta hacia el alquiler de habitaciones
Empezamos por lo más leído de la edición anterior: máscaras hiperrealistas para ladrones, la tecnología detrás de las cápsulas de café Nespresso y ancianos que se van a la cárcel en Japón.
Llegué por el vino a Descorchify, me enganché por la newsletter
Promo. Hoy nos acompaña en la lista un servicio al que llegué interesado por el vino y me quedé por cómo lo vive y lo cuenta en la newsletter Pascual Drake. Se trata de Descorchify y desde luego es sincero cuando dice que “No es el típico rollo de sumiller plasta”. Si os interesa el vino y que te lo cuenten con buenas historias, os recomiendo la suscripción a la lista porque consigue que uno se interese y disfrute tanto por cómo se ha llegado al vino como por disfrutarlo.
Probablemente el móvil y las plataformas sean un problema para los chavales
“La generación ansiosa: Por qué las redes sociales están causando una epidemia de enfermedades mentales entre nuestros jóvenes” es el nuevo libro de Jonathan Haidt (en preventa traducido al español en Amazon y Todos tus libros, saldrá el 29 de Mayo).
Su tesis está claramente explicada en la segunda parte del título. Para indagar en sus argumentos podemos leer varias piezas en la newsletter del psicólogo: Los niños que adquieren antes un smartphone se convierten en adultos con peor salud mental; Las redes sociales son una de las principales causas de la epidemia de enfermedades mentales entre las adolescentes; Por qué la salud mental de las chicas progresistas se hundió primero y más rápido.
Aunque Haidt se basa en datos de otros países, organizaciones como Cyber Guardians han hecho un trabajo similar en España. Su informe muestra correlaciones entre el aumento de adopción del móvil y de conexiones de alta velocidad con enfermedades mentales diagnosticadas en niños y adolescentes.
Pero hay un debate sobre qué tan atada tienen Haidt y compañía la causalidad entre tiempo de pantallas, redes sociales y crisis de salud mental en jóvenes. Antonio Martínez Ron hace un excelente resumen en El Diario de las críticas al trabajo del psicólogo, en especial las de la psicóloga Candice L. Odgers. En Wired en español explican cómo Pete Etchells sostiene que la investigación actual sobre el tiempo de pantalla y la salud mental es insuficiente y como hay un estudio de Oxford que concluyó que las pantallas tienen un impacto negativo muy pequeño en el bienestar. Haidt, en su lista, contesta a los críticos.
Tras leer estas semanas a unos y a otros, los argumentos de los que apuntan a que la causalidad entre uso de móvil y redes sociales no está demostrada y que para establecerla me han resultado convincentes como para dudar de que Haidt haya conseguido establecerla.
Ahora bien, la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia. Es decir, creo que el trabajo de Haidt y otros apunta a que es muy probable que haya una incidencia en la salud mental de los jóvenes, en especial de las niñas. El riesgo es tan alto que no podemos esperar décadas de estudios que lleguen a una conclusión definitiva para tomar medidas.
En la entrevista de Tyler Cowen a Haidt (en audio, transcrita en inglés) el entrevistador plantea algunos puntos interesantes. Coincido en uno de ellos que encuento crítico respecto a qué hacer con internet, plataformas y jóvenes: no es razonable su asimilación al tabaco porque hay muchos aspectos beneficiosos en su utilización. Es más, añado, el de darte a conocer y aumentar tu red de contactos es más relevante cuanta más baja es tu clase.
La vida de estos jóvenes va a desarrollarse en parte en analógico, en parte en digital (me explico sobre esto en “Dos ideas de metaverso en disputa”): negarles todo acceso a internet es aislarles de parte del mundo real en el que se tendrán que desenvolver y para el que los tenemos que preparar.
Mi impresión es que resulta muy razonable que se limite el tiempo de uso en niños de móviles, que no se les exponga a redes y plataformas hasta cierta edad, que tengan muchas más horas sin pantalla (en el colegio sin móvil también) y que toda la sociedad reflexionemos sobre un exceso: los hemos protegido demasiado en el mundo físico, con menos calle y juegos sin adultos, y los hemos dejado demasiado expuestos en el digital.
Inteligencia artificial en el buscador
He escrito en Error500 sobre lo que perdemos al cambiar los enlaces azules en los resultados de búsqueda por respuestas con inteligencia artificial.
Con la dopamina los Mad Men no quieren convertirnos en consumidores sino en yonkis
Del archivo, por su relación con el tema de jóvenes y móviles.
Me crucé con este hilo en Twitter de Andrew Wilkinson en el que relata una situación tipo “directivo digital anglosajón toca fondo” y en algunos aspectos me identifiqué: el chequeo continuo de aplicaciones estimulantes, la necesidad de sentirme productivo cada segundo, la incapacidad de parar. Wilkinson se autodiagnostica un adicto a la dopamina (no es mi caso, yo sólo me pongo de vez en cuando) y se receta una desconexión total de un mes
El mundo de la dopamina y otros neurotransmisores es fascinante. Anne Trafton en MIT News (en inglés) compartía como con un sensor de resonancia magnética (MRI) han descubierto que la dopamina liberada dentro del cerebro influye en regiones próximas y distantes de éste. En otro nivel me interesa mucho la aproximación a lo Umair Haque en Medium (en inglés) sobre “la economía de la dopamina”, de cuya tesis podríamos concluir que algunos de los mejores cerebros de nuestra generación no es que se dediquen a conseguir que hagamos click en anuncios, se ocupan de producirnos chutes de droga para dirigirnos a los objetivos de negocio de sus aplicaciones, traduzco:
“Cada minuto, cada treinta segundos. Actualización, escándalo político. Actualización, chismes de celebridades. Actualización, indignación. Actualización, el Black Friday comienza pronto. Desencadenar. Aumento. Liberación. Recompensa. Whoosh. Subidón. Choque. Repetir. Lo has sentido y yo lo he sentido, así que no hay necesidad de negarlo. El pequeño subidón de adrenalina de encontrar un mejor trato, fecha, hora, placer. Hemos construido una economía de la dopamina. Es profundamente adictivo, profundamente tóxico para nosotros como sociedades de personas, y ya es hora de comenzar a lidiar con eso. Por economía de la dopamina, me refiero a esto.
Hemos ido más allá de la creación de consumidores, eso fue lo que hicieron los ‘'Mad men’: hoy, hemos creado adictos al algoritmo”.
El que no falla es mi admirado profesor Sapolsky, que en este fragmento de clase da una explicación estupenda de qué es realmente la dopamina:
En Silicon Valley se pusieron de moda los ayunos de dopamina que, como explicó Santiago Campillo en Xataka, consisten más o menos en evitar los actos que nos producen satisfacción rápida e inmediata. Kirsty Grant de la Bbc (en inglés) se lo tomó en serio y nos regaló un testimonio en primera persona (en inglés) y nos advierte “hablen con su médico antes de hacer esto” al relatar su ayuno de estímulos durante 24 horas (lo pasa mal Grant y es que al parecer esto de la dopamina incluye también no comer nada y claro, así no hay quien lleve bien no poder engancharte en Twitter con alguien para lidiar con el mal humor sobrevenido)
“Fue un buen descanso de todo”: dos hombres son rescatados después de pasar 29 días perdidos en el mar. Joshua Mcdonald en The Guardian (en inglés): “sobreviviendo a base de naranjas que habían empacado, cocos del mar y agua de lluvia que recolectaban, flotaron unos 400 km en el Mar de Salomón antes de ser rescatados”
De momento me he puesto con el libro “Dopamina: Cómo una molécula condiciona de quién nos enamoramos, con quién nos acostamos, a quién votamos y qué nos depara el futuro” de Daniel Z. Lieberman y Michael E. Long (Amazon, Todos tus libros). Ando intentando formarme un análisis más amplio, los que leo por ahí (Lidia Caro recoge varios en Valencia Plaza) me resultan demasiado “arrimadores del ascua a mi sardina”.
Se ha hecho más difícil delinquir, pero el sesgo negativo de los medios nos convence de que hay más crímenes
La delincuencia ha disminuido en los países ricos, pero la mayoría de la gente piensa que ha aumentado. En Inglaterra y Gales, la violencia, los robos con allanamiento de morada y los delitos cometidos con vehículos han descendido un 90% respecto a los índices de los años noventa, y en otros países de renta alta se han observado tendencias similares, en gran medida debido a las mejoras en la seguridad de las viviendas y a las restricciones sobre el uso de armas. "Sencillamente, se ha hecho más difícil delinquir", escriben Toby Davies y Graham Farrell en The Conversation (en inglés). Pero el 78% de los ciudadanos de Inglaterra y Gales creen que la delincuencia ha aumentado.
Las encuestas de Gallup en Estados Unidos revelan que "los estadounidenses tienden a creer que la delincuencia ha aumentado, incluso cuando los datos oficiales muestran que ha disminuido", según Pew Research.
Derek Thompson comenta en Twitter la encuesta de The Guardian (en inglés) que arroja una distorsión entre lo que la gente declara y los números reales: El 56% dice que EE.UU. está en recesión (realidad: 7 trimestres seguidos de crecimiento positivo del PIB); el 56% dice que EE.UU. está en recesión (realidad: 7 trimestres seguidos de crecimiento positivo del PIB); El 49% dice que el desempleo está en su nivel más alto en 50 años (realidad: U3 ha estado por debajo del 4% más tiempo que en cualquier otro periodo desde los años 60).
Thompson hipotetiza que en parte es el sesgo negativo informativo de los medios, en parte una distorsión militante. Hay mucho, creo, de mezclar “cómo me va respecto a lo que esperaba” y que en las preguntas técnicas sobre cifras macroeconómicas no podemos esperar precisión.
Cajón de sastre
El 60% de mayores de 65 años en España tiene otra vivienda más en propiedad, que le genera rentas. Javier Jorrín en El Confidencial. “Nunca antes las rentas del capital de los jubilados fueron tan altas. Si se compara con el año 2011, los ingresos del capital de los hogares entre 65 y 74 años han aumentado un 374% a precios constantes. Por el contrario, las rentas de los jóvenes menores de 35 años se han reducido un 23% en esa década”. El mercado se adapta, “La explosión del alquiler por habitaciones está cambiando las casas en España: por qué el salón de casa empieza a estar en peligro de extinción” explica Alejandro Nieto en El Blog Salmón.
Según una investigación firmada por Irene Casado y Jackie Botts en Reuters (en inglés, traducido al español en La Nación), algunos países ricos se embolsan miles de millones de dólares enviando fondos para el clima a los países en desarrollo. Alrededor del 70% de la financiación para el clima de Japón, Francia, Alemania y Estados Unidos en la última década llegó en forma de préstamo, y muchos de esos préstamos se ofrecieron a interés de mercado en lugar de con descuento, que es más típico de la ayuda exterior. Algunos de esos préstamos también exigen que el receptor gaste el dinero en bienes o servicios del país donante.
Un análisis de 85.000 anuncios geolocalizados revela zonas de Madrid y Málaga donde el 25% de viviendas aparecen en la plataforma. Hilo de Kiko Llaneras.
Para muy amantes de la Edad de Bronce y el colapso de sus civilizaciones, este post de la estupenda lista Glunker Stew es una joya. El mito y la historia de los Pueblos del Mar, el origen de la leyenda de los Heráclidas y la nube de incertidumbre que todavía rodea a estos pueblos del oriente mediterráneo. Mis lecturas de Cline y otros ya las compartí en “Nada más fascinante que el 1177 a.C. como lectura fresquita del verano”.
La reactivación de la industria nuclear ha provocado un "tsunami plateado" de jubilados que vuelven al trabajo. La oferta de nuevas centrales en todo el mundo empezó a caer tras la catástrofe de Chernóbil de 1986, un declive que se agravó con la fusión de la central japonesa de Fukushima en 2011. Ahora se están construyendo nuevos reactores en varios países, impulsados por la demanda de energía fiable con bajas emisiones de carbono, pero hay escasez de trabajadores cualificados gracias a la caída de décadas. Sólo Estados Unidos necesitará 55.000 nuevos trabajadores de aquí a 2030, y muchos de esos puestos serán ocupados por jubilados. Sarah White y Jamie Smyth en FT (en inglés)
"He escrito cuatro películas que pueden o no haber visto". "Tres de las cuatro películas... me llevaron cinco años, desde que empecé a escribirlas hasta su estreno". Los seguidores de la literatura pop de los noventa están de enhorabuena, Nick Hornby tiene ahora una Substack.
Paulette Perhach en NYT (en inglés) sobre la gente que alquila indefinidamente. Desde el punto de vista económico, comprar una casa es una gran apuesta apalancado en deuda. La vida siempre de alquiler tiene un racional (que yo no comparto vitalmente): la vivienda no es el mejor activo a largo plazo, es poco líquida y comparte riesgo geográfico con tu trabajo.
Tenía pendiente compartir esta estupenda intervención de Juan Carlos Tous de Filmin en el podcast de Itnig:
El fenómeno detrás de Marca Scroll, la cuenta de humor del año: "La prensa deportiva tiene un impedimento, la realidad". Javier Lacort en Xataka sobre la mejor cuenta de Twitter del año.
El robo de cobre llega al coche eléctrico: esta es la cantidad que ‘sacan’ los ladrones por cortar los puntos de carga. José Luis Cano en El Español. Por cierto, el cobre (materia prima fundamental), en precios máximos históricos.
Qué significa que España, Irlanda y Noruega reconozcan al Estado palestino. Bbc.
El papa Francisco allanó el camino para que un adolescente italiano se convierta en el primer santo millenial al atribuirle un segundo milagro. Giovanna María Fagnani sobre Carlo Acutis en El Mundo.
Qué son las turbulencias de aire claro y por qué son cada vez más frecuentes. Varios académicos en The Conversation.
“¿Por qué no me sé ninguna canción suya si es tan famosa?”. Héctor García Barnés y Ana Ruiz en El Confidencial sobre Tylor Swift.