Trabajadores del mundo, uníos y exigid que vuestra empresa quiera cambiar el sistema
Esta edición toca versión ligera: viajes, festivos, mucho trabajo y menos lecturas. De hecho creo que es a lo que se parecería una Causas y Azares que fuese diario: un tema más en profundidad y los enlaces dispersos que suele poblar el cajón de sastre
Trabajadores del mundo, uníos y exigid que vuestra empresa quiera cambiar el sistema
Un caso que se estudiará en escuelas de negocio, en hilos de Twitter, en charlas de analistas. El memorando de Jason Fried (en inglés) sobre cómo quieren fijar la cultura de Basecamp (un excelente software como servicio para gestión de proyectos del que he sido usuario / cliente muchos años, aunque de un tiempo a esta parte utilizo mucho más Asana) ha provocado una catarsis en la empresa y en el sector tecnológico USA (y por mimetismo, en la conversación en España también)
El punto de Fried es subrayar a que se dedican: hacen software de gestión de proyectos, clientes de correo electrónico y comunicaciones entre equipos de trabajo. No son una “compañía de impacto social”, algo que se articula en la “nueva etiqueta” que plantea (bueno, es un decir, más bien “establece”) el otro fundador de la empresa, DHH (también en inglés) que se puede resumir en que no quieren más conversaciones sobre política y problemas sociales en el trabajo: “Esto incluye todo, desde compartir historias políticas en Campfire, usar hilos de mensajes para dilucidar a otros sobre creencias políticas que van más allá del tema directamente o realizar actividades de promoción política en general”. Un resumen y contexto de ambas intervenciones en Xataka, por Pablo Rodríguez.
Casey Newton en su lista de correo tiene una pieza (en inglés) ofrece algo de información interna del histórico de la compañía: colea un suceso algo turbio sobre chanzas internas con una lista de nombres de clientes y, sobre todo, constata que los fundadores de Basecamp siempre han sido muy activos en compartir posiciones fuertes (de hecho DHH suele ser bastante bocas, ha pisado muchos pies y se ha granjeado a menudo la antipatía de otros del sector) y han atraído a su empresa a gente del mismo perfil. Sobre todo subraya que no había tanto conversaciones sobre política del mundo exterior como asuntos internos de la empresa.
Hay un aspecto algo ingenuo o ventajista en la visión de Fried y NHH, no existe algo así como un software “neutral” sin implicaciones política. Nunca lo ha habido y en estos tiempos en lo que lo digital se ha integrado y está transformando cada vez más aspectos de la sociedad, menos. Dicho, esto, veo un punto a favor de una política de empresa que minimice las discusiones sobre política y sociedad (que no sobre políticas de la compañía): no se polariza el ambiente interno, no se politiza en exceso y no se da el efecto indeseable de ambas, que no es otro que la marginación de las minorías. En este caso de las minorías ideológicas, no de las raciales o identitarias
El caso es que los empleados de Basecamp están saliendo en estampida de la empresa. En el momento de escribir la lista de correo (sábado por la mañana en España) se ha marchado el 34% de los trabajadores de la empresa (Megan Rose en Protocol, en inglés), aquí hilo en tiempo real. Por los tuits de algunos me da la impresión es que hay una cuestión de desconexión de la cultura que se quiere impulsar desde arriba y de la sensación de control. José Luis Antúnez tiene algunos puntos sobre esto.
Me he acordado de la rareza que supuso el sindicado de empleados de Google (estrictamente de Alphabet, el grupo completo de compañías). Si las condiciones de Google son de las mejores dentro de uno de los sectores que mejor paga y trata a sus empleados ¿de dónde sale la motivación para crear un sindicato en lugar de dedicarse a disfrutar del dinero o si acaso atacar problemas reales? Su surgimiento lo explicó muy bien Toni Castillo en Genbeta, me permito subrayar una parte: “El lema de nuestra empresa solía ser ‘No seas malvado’. Una fuerza laboral organizada nos ayudará a estar a la altura”…“más allá de defender las condiciones de trabajo de las plantillas, se marca como objetivo hacer uso de su poder recuperado para controlar en qué trabajan y cómo se usa, asegurar que la compañía actúe éticamente beneficiando a la sociedad y el medio ambiente o combatir el acoso, el fanatismo, la discriminación o las represalias” Aarian Marshall lo explicitaba en su pieza en Wired (en inglés), “El Sindicato de Trabajadores Alphabet no busca mejores salarios y beneficios. Quiere influir en las políticas de la empresa sobre cuestiones sociales y de otro tipo”
Dicho de otro modo, como los fundadores de Basecamp están equivocados y el software tiene enormes implicaciones políticas, los empleados de empresas tecnologicas de Estados Unidos no aspiran a negociar sólo sobre las condiciones laborales (se da por supuesto que son excelentes) sino a discutir de políticas y cuestiones e influir en decisiones de producto a partir de ellas. Si hay miedo al poder de las grandes tecnológicas en la sociedad, los empleados quieren parte de ese poder. Un apunte adicional: hay una diferencia clara entre las posiciones de empleados y directivos y dueños de empresas tecnológicas. Gonzalo Toca lo reflejó muy bien en esta pieza: los trabajadores de las grandes corporaciones como Twitter o Google preferían a Sanders y Warren, el ala más a la izquierda del partido demócrata
Cajón de sastre
La pieza de Esther Miguel en Magnet sobre la ola actual de Covid-19 en India señala “fracaso del nacionalismo de vacunas: India fue abandonada a su suerte y ahora es un problema global” y nos recuerda una decisión que tomamos en Occidente… nosotros, los países con mejores sistemas sanitarios, primero
Adios Petri, agur maitia. Jonan Basterra
El mundo la conoce por el famoso meme como “la chica del desastre”. Acaba de ganar 500.000 dólares gracias a la venta del NFT y con ellos va a pagar la deuda por sus estudios universitarios. Por Marie Fazio en el NYT (en inglés). El mundo de los NFTs es curioso, en esta pieza de Jacob Kastrenakes en The Verge (en inglés) se explica el fenomenal lío sobre el copyright del que ha sacado Emily Ratajkowski
“Perdona, ¿tienes un minuto?”: la realidad precaria de los captadores de ONG. María Duarte y Alejandra de la Fuente en Público
Para saber todo de los Airtag de Apple, el análisis a fondo de Pedro Aznar en Applesfera
Actualizado “El mapa de la renta de los españoles, calle a calle” con los datos de 2018 en El País
Las hipotecas a tipo fijo han conquistado el mercado en España, según cuenta Roberto L. Vargas en La Razón son ya el 55% del mercado. Hablando de razón, es lo que tenían Silvia Charro y Simón Pérez como explicó muy bien en su momento Alejandro Nieto ¡a tipo fijo!
Volvo, Uber, Iberdrola y otras 25 compañías piden a la UE prohibir la venta de coches de gasolina para 2035 (híbridos también). Lo explica Victoria Fuentes en Motorpasión, reflejando ya de entrada quienes se apuntan ganadoras con la transición a eléctrico y quienes no
Descubre que tiene pendiente una demanda con cargos criminales por una película que no devolvió en 1999. Shoshana Wodinsky en Gizmodo
Me pasa como a Álvaro González, me sé un montón de letras de Héroes del Silencio y me cargaba mucho la condescendencia cultureta para con ellos. En Valencia Plaza: “Su carrera recibió dos impulsos decisivos gracias a la televisión. El primero, en España, cuando recorrieron todos los platós, hasta de los magazines matutinos. El segundo, cuando aparecieron en un festival contra el racismo en Alemania. De esos dos impactos en las audiencias millonarias de la TV de antaño salió uno de los grupos españoles más importantes de la historia del rock nacional. No obstante, detrás no hubo marketing, solo unos maños que trabajaron estajanovistamente las carreteras alternando audiencias de 10.000 a 100 personas sin inmutarse”
La producción renovable y nuclear no consigue compensar la carestía del mercado de C02 y del gas natural y disparan el ‘pool’ por encima de los 62 euros el megavatio-hora. Fran Murcia en El Correo explica cómo el precio de la luz se desboca en el abril más caro de los últimos cinco años
“Un mal día para Internet”: Europa permitirá censurar contenidos en menos de una hora sin pasar por el juez con su nueva ley contra el terrorismo. Enrique Pérez en Xataka
David Beriain (1977- 2021), Roberto Fraile (1974-2021). Pablo R. Suanzes recopila despedidas a los dos periodistas asesinados en su blog. David grabó una Ted Talk que se puede ver en Youtube, Marina Such escribió un reportaje sobre su trabajo en Sinaola, en Cinemanía hay un recopilatorio con sus documentales en abierto
Reportaje sobre el “creciente ecosistema de sitios web cuyo objetivo principal es destruir la reputación” Tremendo lo que se mueve en estas charcas de la red, reportaje de Kashmir Hill y Aaron Krolik en NYT (en inglés, requiere registro)
“Después de un par de meses leyéndolo —releído lo principal, descubiertas algunas cosas—, después de pasearme por su casa y después de leer sus diarios; después, también de revisar su biblioteca y asomarme al mirador de su casa, me he quedado con la curiosa impresión de que Chirbes, que murió con sesenta y seis años y escribió unas novelas muy oscuras, en la que hacer lo correcto siempre conduce a la amargura o la frustración, era un tío muy cachondo y muy joven” Enrique Rey en Jotdown