Retomamos la normalidad: canallitas, musicote y luchar contra la soledad
Quería que esta fuese una edición fresquita de la lista de correo… pero sólo lo consigo a medias. Tenemos canallitas, restaurantes de Albacete y orgías animales… pero también algo de inflación y soledad
Recuperar una normalidad con canallitas virales, ronroneo de gatos y torrijas
“Contra todo pronóstico, la historia del canallita y las mascarillas ha tenido un final feliz” Andrés Mohorte en Magnet sobre un caso que nos devuelve a un escenario “pre pandemia”, uno en el que la atención y la viralidad en España se giraban a historias como la de Vidal y María
Si uno para convencerse del giro de los españoles tras el éxito en desarrollo de las vacunas necesita de datos, Google viene en ayuda con “(Medio) 2021 en búsquedas. ¿Estamos volviendo a la normalidad?”: A final del año pasado, muchos de los temas que más habían crecido durante los doce meses anteriores estaban relacionados directamente o indirectamente con el COVID-19; ahora, sólo vemos dos términos… esatmos más en cómo va el Betis (mejoró en 2021, volvió Borja Iglesias a buen nivel), cómo hacer torrijas (yo uso esta receta y me salen bien buenas) y por qué ronronean los gatos
Toda esa gente sola ¿de dónde viene?
Esta semana me he detenido en la pieza Damon Linker en The Week (en inglés) que parte un estudio en EEUU que señala que el número de individuos que no tiene amigos cercanos se ha disparado en los últimos 30 años. Linker se va a las consecuencias y acaba citando a Hannah Arendt para presentar su tesis: la soledad es caldo de cultivo para posiciones extremas (para el totalitarismo en el discurso de la filósofa alemana) y así estamos asistiendo a un creciente partisanismo en redes y plataformas
Los números del estudio creo que merecen la pena ser estudiados con detalle, con dos piezas en “American Survey Center”: durante la pandemia fueron las mujeres jóvenes quienes más contacto perdieron con sus amigos; los hombres jóvenes se apoyan más en sus padres en busca de apoyo personal, las mujeres en su pareja; los republicanos tienen más amigos demócratas que viceversa y tienden menos a acabar con una amistad por motivos políticos; hay una gran disparidad de género: cinco puntos más en hombres sin amigos que cercanos que en mujeres
En los 90, los propietarios de boleras en Estados Unidos estaban preocupados por un descenso de sus ingresos. Pero no tenían constancia de que se hubiese producido una disminución de su clientela. Por eso decidieron encargar un estudio para desentrañar las razones de la inesperada pérdida de recursos. Los datos confirmaron que el juego de bolos no estaba en declive. De hecho, en los últimos años había aumentado el número de jugadores: en concreto, entre 1980 y 1993 se había incrementado en un 10 por ciento. Lo que sí estaba en franco descenso era el número de ligas de bolos, que había caído en un 40 por ciento. Más jugadores solitarios que comen y beben menos en la bolera que cuando están en grupo De ahí partió Robert Putnam para su “Solo en la bolera (colapso y resurgimiento de la comunidad norteamericana)”, un análisis de la pérdida de capital social y de los grupos comunitarios en EEUU. Helena Bésar reseño su obra en 2002 en Revista de Libros: para Putman la cantidad de trabajo (aumentan con la incorporación de la mujer) o el urbanismo sumaron para esta pérdida de comunitarismo, pero el gran culpable fue la tele
Sobre este tema Jane Hu publicó una pieza en New Yorker (en inglés) sobre la amistad y la Covid-19 que añade una revelación en estos meses “En ausencia de espacios sociales compartidos (la oficina, la cafetería, la fiesta, el gimnasio), se reveló que algunas relaciones eran amistades más por conveniencia que otra cosa”. Su tesis es que “La pandemia reorientó nuestra economía de atención, redefiniendo los límites de quién y qué nos podía importar”
¿Y en España, seguimos la tendencia de la sociedad estadounidense? En un estudio no del todo comparable con todo lo anterior, el CIS ratifica que no parece que estemos ahí: nos sentimos a nuestra pareja, amigos y familiares con un 8,6 sobre 10 de media el nivel de satisfacción en estas relaciones; preferencia por pedir ayuda a la familia; no le vemos ninguna ventaja a las relaciones a través de una pantalla frente a las del cara a cara. Lo glosa Enrique Zamorano en El Confidencial. Mala Rodríguez lo tiene claro de hecho, en entrevista de José Fajardo en El Mundo proclama que “Mi carrera me importa tres cojones comparada con el amor de mi familia”
Fui a buscar la canción de los Beatles para acompañar esta sección y encontré esta versión en Youtube que me abrió un mundo. El género “como si se estuviera reproduciendo en otra habitación”, en bucle durante una hora y con teléfonos para la prevención del suicidio en las notas del vídeo. No puedo dejar de enlazar a García Cuartango, que dice “Cuando he estado deprimido o triste, siempre he recurrido a Spinoza”
Si vas a estudiar lo que te gusta, mejor que no te aceptes tal y como eres
Más de una de cada tres personas que terminaron su grado en 2014 escogería otra especialidad si volviese a empezar o directamente no iría a la universidad. Marta Medina en El Confidencial tiene una lista con periodismo y turismo a la cabeza. Añade un punto de desigualdad creciente que, sospecho, va a dar mucho que hablar en las próximas décadas: “El número de mujeres matriculadas en estudios de máster era en el curso pasado de algo más de 137.000, mientras que los hombres eran cerca de 78.000. Ellas son un 77% más”
Sobre el estudiar “lo que me gusta”, dos piezas extras. Este vídeo de Garicano con muchos datos para “tomar una decisión tras la selectividad” que proclama que “tengo que estudiar lo que me ayude a trabajar en lo que me gusta” y Esteban Hernández en El Confidencial con “La cajera más lista de Mercadona explica cuál es nuestro principal problema”. Aquí reconozco que selecciono textos que confluyen en mi tesis: lo que a uno le gusta está casi siempre mejor en su tiempo libre que como profesión durante años (que además casi nunca se consigue y cuando sucede, decepciona al diluirse en la injusticia, arbitraierdad y monotonía de los empleos)
No te aceptes tal y como eres. Diego S. Garrocho en Ethic. El autor tiene un punto, pero no acierta a distinguir que la defensa de la aceptación no se proclama casi nunca de manera absoluta, sino referida a aspectos concretos, casi siempre cuando son condenados de manera injusta por el entorno
Para qué programar cuando una máquina lo hace (un poco) por ti: así es Github Copilot, un sistema que se nutre del prodigioso GPT-3. Javier Pastor en Xataka conversa con Brais Moure, David Arcos, Carlos Azaustre y Txema Rodríguez sobre la tecnología que ha puesto nerviosos a millones de programadores (yo cada año tengo como propósito volver a programar, luego hago un “hola mundo” en el lenguaje que más me llama la atención y regreso a mi vida de jubilado del desarrollo. Con esto ya tengo juguete que probar para el propósito de 2022). Los expertos parace concluir que lo de “sustituir a programadores nada de nada” (en estos casos siempre añadiría, “en ausiencia de posterior innovación”)
Se viene, se viene la inflación
“…si los precios de la energía continúan al alza, acabarán aumentando, vía costes, los precios de casi todos los productos y servicios. Esto no es algo teórico, en los años 70 los altos, y persistentes, niveles de inflación se originaron, precisamente, por la escalada de los precios del petróleo” Francisco de la Torre en El Economista sobre las posibilidades de una “inflación no coyuntural”
Mientras los inversores ya están intentando protegerse en algunos países. Marc Fortuño en El Blog Salmón, “La tremenda subida del precio de vivienda en EEUU y Alemania: los inversores tienen miedo a una gran inflación”
Cajón de sastre
Me lleva interesando los últimos años lo que viene diciendo Lucas Gortázar sobre educación. En estos meses aún más por su posición a favor de la ley Celaá (por lo general me estoy encontrando muchas más voces en contra, o al menos son más llamativas en medios y plataformas). Es uno de los temas que discute con Daniel Capó, quien lo entrevista en The Objective. Un punto de vista más (mucho más) crítico con la ley, el del profesor Oscar Monsalvo en Voz Pópuli
Si Miguel Ayuso dice que “Cañitas Maite” en Albacete es la gran sensación gastronómica del momento, yo tomaría nota. En esta pieza en Directo al Paladar conversa con sus creadores, Javier Sanz y Juan Sahuquillo, que exudan optimismo y confianza
Durante casi 40 años había dos “J&B” (o bueno, un J&B y un J.B.) enfrentados en España. Carlos Hidalgo en Forbes con el caso J. Borrajo vs. J&B: el talaverano que luchó contra el gigante británico para poner sus siglas en un whisky
El derecho a petar reclama Quique Peinado en infoLibre
“Canibalismo y orgías: conoce a los cinco animales con las vidas sexuales más extrañas” Jennifer Walter nos mete en este fascinante tema en Inverse (en inglés) con un formato (similar a las “stories” de Snapchat) algo insufrible consumido desde un ordenador y no un móvil
El evangelio popular: apuntes sobre profetas y poetas pop. Grace Morales en Jotdown
Josh Terry en Vice (en inglés) sobre por qué escuchamos más música ahora que nuestra vida está volviendo a la normalidad. La doctora Kim Innes da una respuesta: “En general, durante tiempos de crisis, es más probable que las personas concentren su energía en la supervivencia y en mantenerse, en lugar de en el crecimiento y la exploración, que requieren recursos adicionales que pueden no estar disponibles cuando uno se enfrenta a eventos difíciles y desafiantes.”
Julián Estévez en su blog sobre la corriente que quiere cambiar las reglas del ajedrez, una vez que “la inteligencia arruinó este deporte”: “¿Y sabéis cuál es el cambio favorito de Kramnik para el ajedrez? Que desaparezca el enroque”
Picasso ha llegado al Museo del Prado
El enigma del alzhéimer: su incidencia cae un 16% cada década sin que exista ningún fármaco. Manuel Ansede en El País
La historia de ciencia ficción de Isabel Fall “Me identifico sexualmente como un helicóptero de ataque” provocó la ira de Internet. Esto es lo que pasó a continuación. Emily VanDerWerff en Vox (en inglés) con la historia de una mujer trans en transición que publica una novela que en parte “resignificaba” un meme que muchos consideran tránfobo y empieza a ser identificaba como una reaccionaria que se ocultaba tras un seudónimo. Relacionado, Soto Ivars en El Confidencial con la historia del guitarrista de Mumford and Son y su “cancelación”
¿Asistimos a un proceso de infantilización cultural? La ansiedad por llegar a nuevos públicos está llevando a empresas e instituciones a participar en redes sociales como Tik Tok. ¿Se banalizan? Responden César Antonio Molina y Luna Miguel. En El Cultural