Los consultores de McKinsey
Los consultores de McKinsey
Por Antonio Ortiz • Publicación #28 • Visualizar online
Hoy vamos con dos temas en los que intentamos entra a fondo. Consultores metidos a política que reflejan el debate de la izquierda entre identidades y condiciones materiales y una nueva periferia que no es sólo geográfica y va a pelear su derrota por la globalización son los platos principales.
Llegar a ser un mediocre consultor de McKinsey o el primer presidente gay
Es muy interesante el perfil de Pete Buttigieg que publica Javier Biosca en El Diario: es gay y joven, viene con un discurso reconciliador a lo Obama… y con una idea de políticas económicas más centradas, menos de socialistas que sus rivales por el liderazgo demócrata, Warren y Sanders. Un cruce de caminos de la izquierda actual entre la defensa de minorías y de identidades frente a la reforma de estructuras económicas.
En The Atlantic (en inglés) Daniel Markovits parte de un dato en la biografía de Buttigieg - fue consultor en McKinsey - para proponer una pieza muy interesante. Describe el cambio en la gestión empresarial estadounidense en el que se pasó de tener a los “managers” como empleados que crecen y aprenden dentro de la casa (en la que se quedan toda la vida) a nutrirse de consultoras externas con “managers” que duran mucho menos tiempo y no abrazan la cultura y objetivos de la empresa que los contrata y concluye con una tesis: esta “externalización” a consultores que en su mayoría vienen de las grandes universidades y de la clase alta es en gran medida culpable de la desaparición de la clase media en Estados Unidos (esto me parece una hipérbole, o quizás la confusión entre un síntoma y una causa).
Pablo Simón escribe contra la meritocracia: “Erikson y Goldthorpe señalaron hace décadas como un factor propio de una sociedad meritocrática, la movilidad o “ascensor” social, es menos común de lo que pensamos”
A colación de la pieza de Simón, recupero la pieza de Tim Wu en NYT en español “el valor de ser mediocre: "Pero he aquí una razón más profunda que se me ha ocurrido de por qué la gente no tiene pasatiempos: nos da miedo no hacerlos bien. Más bien: nos intimida la expectativa” ; otra más reciente de Hector G. Barnés sobre “por qué trabajar en lo que deseas es un lujo”: “Lo he visto una y otra vez. La gente que más rápido suele quemarse en entornos laborales, sobre todo creativos —si es que no lo son ya todos, en la medida en que siempre exigen al empleado un esfuerzo imaginativo— es la que más ha invertido emocional y económicamente. Lo mismo funciona en el sentido opuesto. Los supervivientes son (somos) aquellos que mantienen una relación casual con su trabajo. Los que marcan las distancias”
Hay un nuevo sujeto político que no se resigna a tener seis años menos de esperanza de vida
“La diferencia entre los precios en origen y los que paga el consumidor no es, a la vista de estos datos –y teniendo en cuenta que la agricultura sigue ganando dinero– el único problema del sector. Sería un error pensar que son las grandes cadenas de supermercados las que se lo llevan muerto, pues basta echar números para observar que, descontando gastos, los márgenes de beneficio que tiene Mercadona, Carrefour, Lidl o cualquier otro gran grupo de supermercados en los productos frescos es solo de entre el 1 % y el 3 %. El grueso de dinero en esta descompensada cadena de valor se reparte en el doble embudo del que hablábamos antes, en el que participan las grandes empresas agrícolas. La guerra no se libra entre agricultores y distribuidores, sino entre pequeños agricultores y grandes compañías agrícolas, y las empresas, cada vez más concentradas, que suministran los materiales a estos.” Para entender y debatir “los problemas del campo”, dos piezas trabajadas y con mucohs datos: Miguel Ayuso en Directo al Paladar y Javier G. Jorrín en El Confidencial
Para quienes sueñan con “la solución desintermediadora digital”: José García en Xataka sobre “Cuando Mumumío intentó que compráramos la fruta y verdura al productor por Internet: así fracasó el marketplace en España”
Dos más. Por un lado Carlos Sánchez apunta “Ha nacido un nuevo sujeto político” y nos lleva al análisis de la causa económica “La convergencia regional se ha frenado desde los años 80, aunque creciera en las décadas anteriores por la extensión de la educación y de la sanidad” “las diferencias comienzan a ser insalvables. Con la misma legislación, laboral, seis regiones (País Vasco, Navarra, La Rioja, Madrid, Baleares y Aragón), tienen una tasa de paro inferior al 10%, mientras que Extremadura y Andalucía están por encima del 20”
Sobre este tema tengo una lectura recomendada “No society: El fin de la clase media occidental”, por Christophe Guilluy (Amazon). Me ha interesado mucho el ensayo: por un lado parece el último estertor de parte de la vieja izquierda que será condenada por connivencia con los reaccionarios; por otro es muy persuasivo, como buen intelectual francés Guilluy es muy asertivo aunque gran parte de las afirmaciones no vayan mucho más allá de interpretaciones bien argumentadas pero poco empíricamente sostenidas. En todo caso es de agradecer que Guilluy se ocupe poco de resultar acomodaticio y mucho de dar que pensar y que rumiar (ese mundo que se muere viendo como su capital social y cultural es menguado y despreciado).
¿Hay una batalla en ciernes entre periferia y Madrid? ¿entre regiones ricas y pobres? ¿es entre una clase perdedora de la globalización que lo mismo habita el pueblo que es expulsada de los mejores sitios en la ciudad y que ya vota populista (la tesis de Guilluy)? Algunas lecturas para entrar en el debate:
Víctor Romero “La periferia se rebela contra el ‘Madrid DF’ y exige compartir las instituciones del Estado” más centrado en las luchas entre élites por el poder que en la marea de fondo. Interesante en la misma línea Borja Ventura en El Economista sobre “Aragón, Canarias, Cantabria y el ‘plan B’ de la visibilidad autonómica”
Dos piezas para leer juntas en El Confidencial: sobre la oferta del gobierno de Sánchez de invertir miles de millones en Cataluña para enterrar el procés; la otra trata sobre cómo Andalucía “vela armas” ante la amenaza del cupo catalán y el problema de fondo: si a las regiones más ricas se les conceden cupos (Navarra y País Vasco ya lo tienen) y un sistema de financiación autonómico en función de riqueza en la región y no de población o similar, entonces la desigualdad crecerá en lugar de disminuir.
Sobre desigualdad territorial otro excelente trabajo del equipo de datos de El País a partir del nuevo Atlas Nacional de Mortalidad en España, que explora casi 10 millones de fallecimientos entre 1989 y 2014 y revela “diferencias geográficas muy importantes”. “El código postal es uno de los mejores indicadores de la salud”, recuerda Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández, en Alicante. Los datos lo confirman: la ciudad con más dinero por habitante de España, Pozuelo de Alarcón (Comunidad de Madrid), tiene una esperanza de vida de casi 86 años, más de seis años más que La Línea de la Concepción (Cádiz), una de las localidades más pobres.
Un liberal que quiere prohibir el tabaco (pero no por el humo sino por el efecto contagio)
“Hace algo más de cuarenta años, el sociólogo estadounidense Mark Granovetter publicó un artículo académico con un título pertinentemente aburrido: ‘Modelos de comportamiento colectivo basados en umbrales. Su temática era mucho más atractiva. Normalmente, decía, cuando las personas tenemos dos opciones, no tomamos decisiones basándonos solo en nuestras preferencias abstractas. Tomamos decisiones profundamente influidas por las decisiones de los demás” González Férriz en El Confidencial. Tras su lectura - muy recomendable - me he acordado de el final de “El viaje a ninguna parte” mientras sigo rumiando que en la vida - también en la intelectual - merece la pena invertir más tiempo en pocos vínculos fuertes que en miles débiles.
“Argumento que el contagio conductual es una razón mucho más convincente para regular el tabaquismo que la razón convencional de proteger a los espectadores inocentes de los peligros del humo de otros. En comparación con el daño directo experimentado por los propios fumadores, el daño causado por el humo de otro es trivial. Y debido a que fumar es muy contagioso socialmente, el mayor daño causado por los fumadores es, con mucho, la lesión sufrida por otros que tienen más probabilidades de fumar.” La propuesta de Robert H. Frank (en inglés) toca libre albedrío, responsabilidad personal vs social y la idoneidad de regular comportamientos que en principio sólo perjudican a quienes los ejercen pero que tienen “efecto contagio”
Cajón de sastre
El mundo de nuestra infancia va muriendo (o sigue haciéndolo, su desaparición sucedía mientras de jóvenes estábamos a otras cosas). “Necesito lugares que me recuerden mi infancia, lugares políticamente incorrectos plagados de torreznos, oreja a la plancha, patatas revolconas, sangre encebollada” Ángeles Caballero en Oda a los bares sin pretensiones
Mientras en ABC cuentan que “Cierra en Palencia la fábrica de los míticos juguetes Tristón y Cococrash de los ochenta”. Los cococrash los tuve, ¡fueron un exitazo!, del primero recuerdo su anuncio publicitario ¡terrible y exitoso!
John M. Bowers en Lithub (en inglés) sobre como Tolkien escribió el Hobbit y el Señor de los Anillos como ejercicio de “procrastinación” frente a la labor académica que le correspondía. El artículo permite asomarse a aspectos como que escribió gran parte de su ficción “en la cama” y cómo la reacción del mundo académico fue a la contra “bien podría considerarse una aberración de un anciano profesor de filología escribir y publicar cuentos de hadas y romances”
Dos piezas relacionadas. Begoña Gros Salvat en The Conversation (en español) sobre cómo “El móvil nos convierte en lectores distraídos”: “La lingüista Maryanne Wolf afirma que una gran parte de los lectores actuales no pueden leer una hora seguida sin consultar varias veces el teléfono móvil perdiendo la capacidad para fijar la atención en una tarea”; en WSJ (en inglés), Andrea Petersen sobre “Nuevas formas de luchar contra la 'procrastinación’. A medida que proliferan las distracciones digitales, los psicólogos vienen con nuevas estrategias, y los primeros estudios son prometedores”
“A pesar de las quemaduras ocasionales, los nudistas dicen que su relación con la comida —en el hogar o en los restaurantes— es mejor y más saludable cuando van desvestidos” Priya Krishna en el NYT en español
“El alcalde de Oporto propone unir Portugal y España bajo el nombre de Iberolux” Francisco Chacón en ABC Tras el “agora sim entendo” he creído percibir entre las filas iberistas en las que milito una cierta división: los dispuestos a abrazar el proyecto de Rui Moreira con los ojos cerrados y los que piensan que se echaría a perder Portugal como lugar de futuro exilio.
Google lleva cinco años de ingeniería social con sus empleados para que coman más sano. Jane Black en OneZero (en inglés) con una pieza que permite la doble lectura: qué bien que una empresa se preocupe por el bien (la salud, el planeta), cómo una corporación se dedica a manipular a sus empleados para modificar su mala conducta a lo que ellos consideran bueno (y que casualmente en términos de salud coincide con menos absentismo por bajas)
Dos sobre Kirk Douglas. En Bbc (en inglés) sobre cómo ayudó a romper la lista negra de Hollywood: “Douglas contrató a Dalton Trumbo para reescribir el guión de Espartaco, lo que Trumbo hizo en solo dos semanas. Pero Trumbo había sido miembro del Partido Comunista en la década de 1940, por lo que fue incluido en la lista negra a fines de la década”; José Sacristán en El Mundo, “Kirk Douglas (pronúnciese siempre ‘duglas’) lo fue todo en este oficio y lo fue desde el pícaro que siempre consiguió ser. Él no era un héroe al uso, como todos los demás. Él siempre tenía un as en la manga. Él siempre se presentaba desvalido para después conseguirlo todo”
El 30 de diciembre Li Wenliang, oftalmólogo en el hospital central de Wuhan, hizo algo inusual: acudió a las autoridades y advirtió sobre un cuadro vírico similar al de la crisis del SARS, la epidemia que en 2003 acabó con la vida de más de 700 personas. El gobierno chino hizo caso omiso. Le detuvo por difundir rumores e informaciones falsas y al cabo de semanas Wenliang murió contagiado. Por Andrés Mohorte en Magnet. En el NYT (en inglés) Li Yuan sobre la respuesta en redes de parte de la sociedad china que señala al doctor como un héroe y critica al gobierno chino.
En España durante los 60 y sobre todo los 70, las producciones de bajo presupuesto no recibían el cariño de la crítica, pero las salas de cine se llenaban. Pilar Miró con una ley en 1984 sentó las bases para erradicar un cine que consideraba de dudosa calidad y premiar al que pudiera dar visibilidad al país en el exterior. Así, acabó con el cine de terror, fantástico, aventuras, ciencia ficción, acción y erótico y el supuesto “cine de calidad” acabó con un descenso abrupto de la taquilla. Muchos españoles dejaron de ver cine español. Álvaro González en Valencia Plaza
Espectacular el “L'arrivée d'un train à La Ciotat” de los Lumière en 4K 60 fps
Coltán “made in Spain”: tras años de promesas, por fin consiguen extraer el mineral más codiciado por la industria electrónica. Por Javier Jiménez en Xataka
¿Quién pagará el capitalismo sostenible y la economía verde? Juan Luis Manfredi en El Confidencial; Aloma Rodríguez en The Objective “Que coman pasteles”
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