La insportable tendencia de nuestros gobernantes de vender transiciones ecológicas sin costes
Hoy toca tema de los que gustan en esta lista ¡espero! las luces largas en el tema del cambio climático nos llevan a una pugna de visiones: apocalípticos que abogan por el decrecentismo y pueden desembocar en más autoritarismo o moderados que pueden estar confundiendo sus deseos con la realidad y quedarse cortos en las medidas que proponen mientras esperan la aparición de una solución tecnológica que quizás no exista
La insportable tendencia de nuestros gobernantes de vender transiciones ecológicas sin costes
¿Qué plantear sobre la subida de la luz que no sepa el lector de esta lista? Sin ánimo por supuesto de “venderla”, creo que merece la pena dar un paso atrás y leer la estupenda pieza de Enrique Féas en Voz Pópuli donde explica bien que “La reciente subida del coste de la electricidad se debe fundamentalmente al encarecimiento de los derechos de emisión de CO2 –que han alcanzado en mayo niveles récord– y del precio del gas” Dos buenos apuntes del artículo: “mientras haya que seguir usando tecnologías contaminantes no vamos a ir hacia precios de la electricidad cada vez más bajos” con lo problemático que resulta ahora no tener más energía nuclear y la tendencia de nuestros gobernantes de vender transiciones ecológicas sin costes
Y claro, va a tener muchos costes que, visto lo que ha sucedido con la subida de la electricidad (resumidamente: no es que sólo cambien los tramos, es que de facto en un año hemos visto incrementos enormes en cada uno de ellos), Alejandro Nieto en El Blog Salmón anticipa: La subida del precio de la luz no es la única medida pro-ambiente que perjudicará a las rentas bajas y medias. ¿qué esta por venir con seguridad? Menos viajes en avión, menos desplazamientos en coche y menos carne (o, en todo caso, mucho más caros los tres, por lo que a menor renta menos capacidad de seguir con el estilo de vida actual)
Ante el cambio climático - sin contar a los que se posicionan en una especie de descreimiento - tenemos dos reacciones: uno de apocalípticos y otra de moderados. Los primeros apuntan a los peores escenarios entre los previstos y no creen que vaya a ver innovación tecnológica que nos ayude para combatirlo. Un ejemplo de esta posición es la de Jesús Marcos Gamero Rus, que en The Conversation, tiene la virtud de no camuflar lo que plantea su visión: “En los próximos años vamos a tener que desarrollar e implementar programas de ingeniería social que deberían ser innovadores, pero también disruptivos, radicales o traumáticos” y que “Descubrir nuestra capacidad como sociedad de asumir la restricción del ejercicio de derechos fundamentales en aras del bien común”
Subraya Gamero que hay que conseguir implementar medidas “protegiendo a los vulnerables” (algo que la subida de la luz en España muestra que no va a ser fácil), también cita a Mariana Mazzucato y su tesis de que, para “(auto)protegernos”, los Gobiernos deberían aplicar “confinamientos climáticos”. La economista de referencia para la socialdemocracia explica su punto de vista en SocialEurope (en inglés): si no reformamos el capitalismo con una revolución verde y, entre otros factores, “estados emprendedores” acabaremos con que el gobierno “limitaría el uso de vehículos privados, prohibiría el consumo de carne roja e impondría medidas extremas de ahorro de energía, mientras que las empresas de combustibles fósiles tendrían que dejar de perforar”
Claro que esto nos mete en una suerte de “autoritarismo ecologista” que aboga por el decrecentismo económico. La visión de los apocalípticos no incluye la parte de convencer a los electores de que deben apoyar estas medidas, con buena lógica ningún partido lleva la subida de la luz en su programa electoral. Alguien que ha puesto sobre la mesa las opciones políticas que plantea el cambio climático es Manuel Arias Maldonado, cuyo “Antropoceno: La política en la era humana” (Amazon), recomiendo mucho
Arias Maldonado también es una buena referencia en lo que a posiciones más moderadas o menos apocalípticas se refiere respecto al cambio climático (con estas posturas a veces es difícil discernir si estamos ante un convencimiento intelectual o partimos de lo que nos gustaría creer). El caso es que en Revista de Libros analiza la transición ecológica que se plantea en el plan 2050 y hace un excelente resumen de las visiones de la sociedad y sus valores en pugna. En la línea modereda también tenemos a Isidoro Tapia entrevistado por Alejandro Martín en Diario de Sevilla que, entre otros mensajes, recuerda que “…invocar la moral puede tener eco en sociedades más avanzadas, donde te puedes preguntar sobre el contenido de proteínas de nuestra dieta. Pero cuando metes en la ecuación a países como China o India, la invocación moral no tiene apenas recorrido porque son países donde el contenido de proteínas en la dieta es muy bajo”
La verdadera guerra del teletrabajo empieza ahora
“El 63% de los directivos consultados por Robert Walters para justificar la vuelta a la oficina es que allí los trabajadores rinden mejor, mientras que casi la mitad de los empleados consultados, el 47%, creen que han sido más productivos teletrabajando” Con la vacunación, la confianza de que no habrá más olas fuertes y la eliminación de restricciones, muchas empresas plantean la vuelta total o parcial a la oficina. Muchos trabajadores le han cogido gusto a eso de no ir cada día al centro de trabajo… Pablo Rodríguez glosa en Xataka los argumentos de cada bando: “La brecha del teletrabajo: presencialismo, productividad y flexibilidad enfrentan a trabajadores y directivos en la vuelta a la normalidad”
En Bloomberg Anders Melin y Misyrlena Egkolfopoulou meten el dedo en una nueva situación: como muchos empleados le han cogido el gusto a no ir a la oficina, cuando la empresa llama a volver a ella, se están despidiendo. Interesante los motivos de cada uno, los que prefieren teletrabajo apuntan al tiempo que se ahorran en viajes diarios y al dinero (por esos movimientos, comer fuera) y no tanto al peligro de la Covid; entre los jefes se aduce cuidar “la cultura de la compañía” y que para ello el modelo preferido es de al menos tres días en la oficina
Una posición fuerte en favor del volver a la oficina en este reportaje de Gillian Tett en The Guardian (en inglés), “Durante décadas, los antropólogos nos han dicho que a menudo son las interacciones y los rituales informales y no planificados los que más importan en cualquier entorno de trabajo. Entonces, ¿cuánto nos estamos perdiendo al renunciar a ellos?” (mis dos céntimos: abuso del “cherry picking” que dirían los anglosajones, una comparación desigual entre organizaciones con procesos y costumbres presenciales durante décadas frente a meses de teletrabajo y un malentendido que los rituales se crean de forma presencial, algo que observar a cualquier comunidad online te desmiente)
Dionisio vive en la España vacía
Uno no puede dejar de engancharse con un titular así “La Guardia Civil estudia si desaloja una concentración de cientos de personas desnudas y practicando sexo en La Rioja” La noticia la daba Más vale tarde y Luis Casal en El Español nos da un perfil de la comuna: la Familia Arcoíris es nómada, se mueve por los ciclos lunares y, aunque provenga “espiritualmente” del movimiento hippie, la única “droga” que suele llevar es viagra.
Sonsoles Soto, 71 años, publicó en mayo su tercer libro, ‘Creando Almas’ y se volvió viral en redes sociales tras leer un poema erótico que le habían dedicado. Entrevista de Ángel Villascusa en El Diario, lo que confirma que tenemos autora senior a consagrarse en el erotismo, junto a Gonzalez Pons. En todo caso creo que hay mucho menos escándalo del que el tono de la entrevista apunta: la mayoría de reacciones ha estado entre el entusiasmo, el asombro o como mucho el cachondeo ante la posibilidad de que surja el meme… la fórmula por la que cuatro mensajes marginales en redes constituyen la reacción a algo y nos definan como sociedad pacata o machista o lo que sea empieza a cansar
Entender el mundo a través de la logística y la metodología industrial de Toyota
En “Cómo el mundo se quedó sin nada”, Peter S. Goodman y Niraj Chokshi en el NYT en español plantean una seductora tesis: cómo la adopción en muchas empresas del mayor avance de la historia en la eficiencia industrial (la metodología JIT de Toyota) combinada con la pandemia nos ha llevado a un desabastecimiento en casi cualquier categoría. Si te fascina la logística o si eres normal, es el reportaje de la semana para entender el mundo actual
“El vertiginoso encarecimiento de todas las materias primas, explicado en este gráfico” Explica Andrés Mohorte en Magnet cómo “El precio a futuros de diez de las materias primas más utilizadas en todo el mundo se ha disparado. El caso más extremo es el de la madera. En enero de 2020, la tabla de 300 metros, el estándar de la industria, cotizaba a 330€. En mayo de 2021 está por encima de los 1.300€”
“Los agoreros profesionales han encontrado en la inflación la nueva forma de meter miedo para ganar clientes y seguidores, ahora que ha dejado de funcionar el miedo a la crisis” Interesados en inversión, creo que la cita con Víctor Alvargonzález en El Confidencial es oportuna
Cajón de sastre
Quizás ha pasado un poco desapercibida esta magnífica noticia que explica Nuño Domínguez en El País: “Los infectados son capaces de generar anticuerpos contra el coronavirus durante el resto de su vida” De hecho en la pieza hay una discusión interesante sobre vacunación de quienes han pasado la Covid y tienen anticuerpos, la tercera dosis en cualquier caso y la respuesta a las nueva variantes. Este hilo de Shane Crotty (en inglés) es un buen complemento
“Robó un local de tacos con una pistola de agua de juguete por 264 dólares. Se está pasando toda su vida en prisión” Kate Briquelet en Daily Beast (en inglés)
José Alcántara en su blog: “Considero necesario transmitir un mensaje positivo desde la normalidad, alejado de los análisis con sesgo de superviviente en torno a casos de excepcional éxito que están muy alejados de la realidad en la que vivimos el resto de la sociedad, incluidos nuestro jóvenes. Si tienes 20 años, hay más lecciones y más valiosas para ti en tu familiar o tu vecino el que trabaja en Telefónica que en Steve Jobs”
Elecciones mortales en México: grupos criminales apuntan a candidatos en una lucha por el territorio. Mary Beth Sheridan en el Wapo (en inglés)
Irene Domínguez en Zenda sobre un libro que sumo a mi lista enorme de pendientes, “Un tablao en otro mundo”: “…en el capítulo introductorio, López Canales confiesa que en España no se valora el flamenco porque no se entiende (o, más bien, no se busca entender), cayendo en el error de reducirlo a una simple improvisación en forma de quejidos en la que parece que todo vale. Sin embargo, tal y como afirma después, en Japón cuanto más complejo resulta algo, más interés genera: ahí tenemos la clave”
“Precariedad, emancipación tardía y un cambio cultural: por qué los jóvenes tienen cada vez menos hijos” de Marta Borraz, Patricia Gea, Victòria Oliveres y Ana Ordaz en El Diario (requiere suscripción o registro)
“La delincuencia urbana se desploma durante los confinamientos y restricciones en ciudades de todo el mundo” Los datos en la pieza de Ian Sample en The guardian (en inglés), con Barcelona siendo una de las que más lo ha visto descender con un 80% menos de robos. También se vendieron muchas más armas en Estados Unidos (CBS en inglés)
Un artista vende la primera escultura invisible del mundo por 15.000 euros. Miguel Jorge en Gizmodo
Muy interesante como siempre Héctor G. Barnés, en esta ocasión sobre el Brentford y su éxito en el fútbol inglés (mi impresión es que tienen una ventaja en el uso de datos para evaluar y fichar que no durará demasiado)
Esta pieza de Jason DeParleen el NYT (en inglés) cuenta como se confirma lo que muchos estudios apuntaron antes: lo mejor para que los pobres dejen de ser pobres es darle el dinero directamente a ellos
Córdoba ganó una estación de AVE y perdió el mayor palacio del Imperio Romano. Por Vicente G. Olaya en El País