Cuando te piden 1300 euros por una descarga no autorizada de vídeos de Mia Khalifa
Es claro que en muchas ediciones de la la lista de correo hablaremos de cambio climático: la ciencia, la política, el debate público, nuestros sesgos ante él, los ganadores y perdedores. El otro día me miré ante el espejo de una amiga activista y, como se dice ahora, “revisé mis posiciones”. Encontré las palabras para evaluar mi posición: estoy en una etapa de la vida historicista y reacio a las pasiones políticas.
Esto con el internet de antes no pasaba
El caso Euskaltel se extiende por toda España: amenazas por carta pidiendo dinero para evitar ir a juicio por las descargas P2P. Un tema de Enrique Pérez en Xataka, con las recomendaciones de abogados como Bravo o Maeztu: si te llega la carta pidiéndote 1300 euros por evitar juicio lo que recomiendan es no pagar.
Entrevista de Marta Periano a Edward Snowden en El Diario por su nuevo libro (Amazon). Me interesó su retrato del viejo internet, “si recuerdas los primeros y mediados 90, sabes que había un sentido de comunidad, que estabas allí porque querías estar allí y era como eso que dicen de que hace falta todo un pueblo para educar a un niño. Los niños como yo éramos adoptados por adultos competentes en una especie de tutoría casual. Claro que había flamewars pero nadie se las tomaba en serio porque Internet no se tomaba en serio. Ahora no hay ese sentido de la comunidad ni ese sentido de responsabilidad. Los mayores odian a los jóvenes, los jóvenes desprecian a los mayores.”
“En realidad no sabemos si las redes sociales le ponen a uno triste, o si al contrario, quién está más triste es el que más usa las redes sociales. Como ya hemos visto en otras ocasiones, la manera de resolver este problema es realizar un experimento aleatorio para poder responder a la pregunta de causalidad” Y eso es lo que han planteado en Stanford en el estudio “The Welfare Effects of Social Media”. Glosa y comenta Marcos Vera en Nada es gratis
Ante el aumento de tecnología en las escuelas está surgiendo un movimiento reaccionario entre padres y profesores. Lo cuenta Olga Sanmartín en El Mundo, “Algo se está moviendo en la escuela. Hay una revolución en ciernes protagonizada por personas como Fernando. No son antitecnológicos, pero piden una reflexión en torno a la tendencia a sustituir los libros de papel por las tabletas sin evaluar sus efecto”
Para arreglar tus problemas generacionales te vendría bien un poco de conformismo
El “ecoagobio” como síntoma generacional. “Soy más sostenible que antes, pero me siento culpable todo el rato” Apunta Patricia Gosálvez en El País Semanal en una pieza en la que, tres meses después de publicar una serie de artículos sobre su experimento de vivir sin plásticos, la autora cuenta cómo intentó aplicar ese aprendizaje con su familia en verano y reconoce sus dificultades. Relacionado: La NBC ha creado un sitio web donde puedes confesar de forma anónima las veces en las que “te has quedado corto” en la lucha contra el cambio climático
También tiene pretensión de retrato generacional el libro de Anna Pacheco, entrevistada en sModa por Noelia Ramírez: conciencia de clase, feminismo, ascensores sociales y la vida en el hogar y los cuidados. En las antípodas se me ha ocurrido relacionar (más bien confrontar) con otro retrato generacional, el que hace Jorge San Miguel en The Objective: “Las creencias de lujo se las puede permitir Ana Botín pero también ese chaval que hizo periodismo y ahora se reparte las baldas de la nevera con otra gente. En un caso son bienes complementarios, en el otro sustitutivos”.
“El proceso de coordinación de opiniones, creencias o acciones puede producir (y produce) lo que el autor denomina “cascadas”: procesos, normalmente iniciados por pocos actores, en los que una idea es asumida y compartida de forma rápida por un gran número de personas. Sunstein distingue dos tipos –las cascadas informativas y las reputacionales–, que pueden producirse en casi cualquier campo de la actividad humana, ya sea en forma de hechos científicos (el supuesto riesgo de los OGM, por ejemplo), del funcionamiento de las democracias (los deseos punitivos de modificar los códigos penales ante crímenes impactantes), de moralidad (castigar a través del juicio moral colectivo lo que no puede ser juzgado por las leyes), de amenazas sociales o naturales (el pánico creado alrededor de los incendios en Amazonas que distintos organismos científicos han tenido que poner en contexto y perspectiva), del triunfo de un gadget tecnológico o del éxito o fracaso de un libro o una canción (si quieres aumentar las posibilidades de ser un best-seller, compra tú mismo un elevado número de ejemplares el primer día que salga a la venta).” Muy interesante el comentario de Elena Alfaro al ensayo de Carl Susstein con la tesis de que la sociedad necesita a los inconformistas
Mia Khalifa tiene algo que decir sobre la repugnancia a los intercambios
La idea de que la ficción y los nuevos medios ejercen una mala influencia sobre la juventud tiene una larga historia. Daniel Gascón en El País, con el que coincido en la conclusión (en la lista anterior compartimos la pieza de Regalado en El Diario, que clasifico en la caja de adultos afectados por la literalidad ante cualquier manifestación cultural) pero no en el camino de llegar a ella: el “cherry picking” de declaraciones del pasado muy en la línea de que se puede desarticular cualquier crítica por la vía de que Aristóteles se quejaba de la generación de jóvenes.
En el mundo del porno hay cierta agitación por las declaraciones de Mia Khalifa, estrella retirada y que ahora ataca a la industria y se declara avergonzada. Hay entrevista escrita en The Daily Beast y en vídeo de la BBC (completa en Youtube). En español Ferrán Caballero ha comentado el debate en torno al porno y el arrepentimiento de Khalifa en El Mundo. A la contra de su tesis recupero la pieza de Najat El Hachmi en El Periódico “Durante un tiempo a mi generación nos dijeron que nos tenía que gustar el porno para ser modernas, liberadas y desinhibidas”
Dos recordatorios más, Javier Jiménez en Xataka glosó hace un año “Lo que sabemos sobre el porno en internet y su influencia en la sexualidad de hombres y mujeres”. Sumo una historia que merece la pena revisitar, como explicó Juan Manuel Freire en El Periódico, la tercera temporada de The Deuce. La serie de David Simon y George Pelecanos recuerda el traslado de la pornografía de los cines a las casas durante los años 80.
Por último, creo que resultan muy interesantes los apuntes de Jesús Alfaro sobre “gestionar la repugnancia a los intercambios”: “El punto de partida es que hay transacciones repugnantes o inmorales. Y, dice Roth, las razones por las que en una Sociedad, una buena parte de sus miembros consideran una transacción como repugnante no tienen, a menudo, que ver con la moralidad o la existencia de daños importantes para ciertas personas o grupos de personas. El caso de la prohibición de comercializar carne de caballo en California o el de la pista de hielo en la que sus dueños colocaron miles de pescados (que no de peces, los compraron en una pescadería) son dos buenos ejemplos. Debe tenerse en cuenta que, como ha recordado Pinker, las sociedades contemporáneas se caracterizan por una creciente moralización de las conductas, es decir, conductas que eran irrelevantes moralmente (llevar un abrigo de pieles) hace cincuenta años se enjuician hoy en términos morales”
Cajón de sastre
Según la historiadora Gisela Staupe, en el sexo “los alemanes del Este a pesar de la revolución sexual de occidente, eran más libres, más naturales y estaban más satisfechos con su vida sexual”. Álvaro González en Valencia Plaza explora varias obras que intentan explicar el por qué de esta desigualdad, en especial el documental “En el Este amaban de forma diferente? El sexo en la Alemania dividida”
Dejadnos dormir, por Ricardo F. Colmenero
Mi pieza preferida de la semana es este artículo de Bahar Gholipour en The Atlantic (en inglés): “Se ha desacreditado un famoso argumento contra el libre albedrío. Durante décadas, un importante estudio del cerebro alimentó la especulación sobre si controlamos nuestras propias acciones. Parece haber cometido un error clásico”.
Muy interesante la entrevista que hace María Marín a la investigadora Ana María Cuervo para la Agencia Sinc : envejecimiento, alzhéimer, autofagia y un poco de mi última obsesión nutricional (los beneficios del ayuno intermitente).
Mercadona dice “adiós” a los interproveedores y “hola” a los ‘totalers’. El equipo de Compras del gigante valenciano creció un 2.000 % en diez años . Salvador Martínez en Economía 3
Esta pieza sobre si WeWork es un fraude es la mayor rajada que he leído en mucho tiempo sobre una compañía. Henry Hawksberry en Medium (en inglés)
En “Las once mejores campañas de rol de la historia” que apunta Pablo Sáiz de Quevedo en Xataka me congratula que tres expertos consultados (mi admirado Ricard Ibáñez junto a Edanna Real y Jokin García) coincidan en “Las máscaras de Nyarlathotep”
Del Naukas 2019 de momento he visto la muy interesante charla de Laura Dawson sobre el ojo, la retina y la evolución. Está en vídeo en Eitb